Seguimos con el trabajo a carboncillo, el tema elegido añadía complejidad a la hora de dar por concluido el trabajo, ya que modelar el cuerpo y sombrear en la medida y lugar justo para conseguir el efecto deseado era cada vez más complicado si quería mantener unos tonos medios en el dibujo. Conseguir la profundidad del campo, pese a parecerme imposible en un primer momento, me resultó más sencillo.

Los últimos toques fueron en los zapatos, el cuerpo de la chica y sus debidas sombras que la modelan, la puerta, la oscuridad de las sombras... En definitiva intentar dar sentido y credibilidad al dibujo. trabajando para todo esto, con el mismo carboncillo, y especialmente con los difuminos y el lápiz compuesto para las zonas más oscuras.

Y así di por concluido el primero de los trabajos de esta asignatura, aunque creo que más adelante, cuando mire el trabajo, siempre veré algo que perfeccionar gracias a todo lo aprendido y observado.

iniciando la técnica del carboncillo

Lo primero que hacemos es empezar a dibujar, colocar la imagen, con el mismo carboncillo, personalmente, opté por un trazo fino y suave, para poder realizar las correcciones necesarias con más facilidad

Posteriormente, nos queda el verdadero trabajo de esta técnica, dar profundidad y sus debidas sombras a nuestro dibujo, no me resultó fácil todo esto, siempre veía algo que se debía mejorar, pero la verdad que le cogí gusto y creo que usaré esta técnica más veces por decisión propia a pesar de su complejidad

También me quedaba aún, realizar el dibujo con más exactitud, darle a la puerta una mayor verticalidad, un trazo más seguro, ya que aquí aun era casi un boceto.

Dar las debidas sombras a las zonas de penumbra, y pasar a claro en donde había claridad, sin ser un cambio brusco, ver donde exactamente y cómo estaban las sombras en la foto, fue tarea dificultosa en muchas ocasiones.

Seguiré mostrando y explicando el proceso de este trabajo que me llevó varias clases dar por terminado